Independientemente de las edades de los alumnos, el contexto o circunstancia en que se encuentre el maestro, debe tener presente SIEMPRE que “la práctica hace al alumno” es decir, al impartir la clase es necesario que exista un equilibro en cuanto a la teoría y la práctica.
Según las edades y asignatura así serán determinadas las prácticas, pero ¡cuidado! no debes caer en la monotonía, ya que la retroalimentación por parte de tus alumnos no será la esperada y las clases se tornaran un tanto rutinarias. Para ello es recomendable la utilización de las herramientas digitales, ya sea a través de videos, películas, enlaces, sitios webs relacionados al tema, y no limitarse únicamente a la teoría vista en libros y documentos.
Por tal razón es fundamental que incentives a tus alumnos a llevar a la práctica los diversos contenidos temáticos vistos en clase.
Ventajas:
· Genera mayor motivación en el alumno.
· Existe más interactividad y dinamismo entre los estudiantes.
· Disponen a prueba sus conocimientos, para saber que tanto son capaces de dar y hacer.
· Rompe el estereotipo de que aprender es “aburrido”
· Origina un ambiente de movilidad y energía.
· Incentiva una competitividad sana entre los mismos.
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